Escoger el gas natural supone en algunos casos tener que escoger también si queremos depender del resto de vecinos o bien tener nuestra propia calefacción individualizada. Siendo buenos los dos sistemas, la tendencia es a instalar calefacción individualizada por las numerosas ventajas que proporciona el poder controlar tu propio consumo energético y no depender de terceros. Pero la realidad es que se trata sólo de una tendencia, al ser los dos sistemas perfectamente óptimos para ofrecer calefacción en tu hogar o empresa.
Cómo funciona una calefacción central
La calefacción central o comunitaria es un sistema de calefacción colectiva que permite proporcionar calefacción y agua caliente a todas las casas que se encuentran ubicadas en un mismo edificio. De esta forma, conseguimos que todos los radiadores de las viviendas permanezcan calientes y que la distribución, en vez de realizarse de forma individualizada, pueda repartirse entre todos los vecinos. Es habitual que aparte de calentar el agua, se utilice para la calefacción. En este caso nos centraremos en el ejemplo específico de la calefacción.
Lo primero con lo que debe contar una calefacción central es con una caldera centralizada. La caldera es el centro neurálgico de toda la instalación. Nos permitirá recibir el combustible, en este caso el gas natural, y realizar un reparto eficiente entre todas las casas. Es importante señalar que una caldera puede dar servicio a más de un edificio, lo más habitual es que proporcione la calefacción a un único edificio, pero también existen casos en los que una misma caldera da servicio a varios edificios y locales.
Lo más habitual es que se utilicen combustibles como el gasoil, el propano o el gas natural. El gas natural es el más extendido al tratarse de un combustible más fácil de transportar a través de la red de gas y ser más económico. En el caso del gasoil, se hace necesario trasladar el combustible mediante camiones cisterna, complicando mucho más la operativa. En cambio, en el caso del gas natural funciona igual que en el caso de sectores como el de las telecomunicaciones, mediante acometidas que luego permiten hacer llegar de forma individualizada o comunitaria el producto. Es decir, cuenta con una red propia de distribución formada por tubos que llegan hasta nuestras viviendas.
Una vez tomados en cuenta estos detalles procedemos a contaros como funcionaría una red de viviendas que cuenten con una calefacción central.
El sistema de calefacción central funciona de la siguiente manera:
- El combustible utilizado, en nuestro caso gas natural, es quemado en la caldera, generando calor.
- Por la caldera circulan tubos que contienen agua y el calor que procede de la combustión que se produce en el interior de la caldera se transfiere haciendo que el agua se caliente.
- Gracias a la red de tuberías con la que cuenta el edificio, el agua caliente es transportada a través de éstas y llevada hasta los radiadores. Estos radiadores se encuentran ubicados en cada una de las casas o incluso en zonas comunitarias. Los radiadores, gracias a su diseño en forma de aletas distribuyen calor al aire pudiendo calentar la estancia en la que se encuentran.
- El agua caliente es distribuida por los radiadores gracias a la red de tuberías.
Si queremos saber cuánto gasta cada vecino, al ser una calefacción colectiva se usan los repartidores de costes de calefacción que nos permitirán controlar el consumo de cada vivienda.
Es importante señalar que, a pesar de ser una calefacción comunitaria, los consumos pueden ser individualizados, gracias a estos repartidores, como nos puede suceder en el caso de otros suministros como el agua o la electricidad.
Cómo funciona una calefacción individual
La calefacción individual es la alternativa más instalada en las viviendas de nueva construcción. Sea eléctrica, de gas natural o propano permite que cada vecino o empresa pueda tener su consumo a demanda, sin necesidad de depender del resto de vecinos.
Si nos centramos en el caso del gas natural, una calefacción de gas natural funcionaría de manera similar a la de una de calefacción central, aportando calor al agua que circula por las tuberías y posteriormente distribuyéndola, pero teniendo en cuenta que la caldera se encontraría en casa. Existen muchos tipos de calderas, pero las más habituales, las de condensación, son las que están homologadas para funcionar actualmente.
Una vez que cuentes con tu caldera de condensación en tu casa, te podrás conectar a la red de gas natural de tu edificio. Si quieres saber cómo funciona te invitamos a que consultes en este blog el artículo “¿Qué es una caldera de condensación de gas natural?”.
Principales diferencias entre ellas
La principal diferencia entre ambas es simplemente el contar con una caldera de gas individual o colectiva, con lo que ello conlleva en ambos casos.
Las dos son igual de eficientes y pueden contar con lectores individuales, de forma que se pueda evitar las posibles discrepancias entre vecinos a la hora de realizar los pagos por el consumo realizado. Además, los costes de la instalación de una caldera de gas natural comunitaria siempre permitirán que se repartan los gastos entre todos los vecinos. Por el contrario, si contamos con una calefacción individual siempre podemos hacer uso de tecnologías que nos permitan adaptar mejor el calor que deseamos para cada estancia. Uno de los mayores inconvenientes a la hora de usar la calefacción central es que no se reparte uniformemente entre todo el edificio, siendo los pisos más bajos los que tienen más calor y sufriendo más el frío aquellas que se encuentran en las zonas superiores. Otra de las razones fundamentales es poder realizar un mayor control sobre el gasto. En cualquier caso, tendremos que tener en cuenta que es una decisión que debe ser tomada por la comunidad de vecinos, que deberá decidir cuando se enciende y se apara la caldera centralizada. Lo más habitual es que las personas que tengan propiedades en las que vivan familias grandes o utilicen la vivienda todo el año apuesten por la caldera centralizada, mientras que aquellos que viven solos o sean viviendas de temporada prefieran optar por una calefacción individual.
¿Cuál es mejor para mi casa? Ahorro y confort
Como ya comentábamos, es muy difícil posicionarse a favor de una o de otra. Las características vendrán marcadas por las dimensiones de cada edificio. En una comunidad de vecinos pequeño probablemente una caldera central sea lo óptimo en términos de consumo, mientras que una gran urbanización probablemente opte por contar con una calefacción individual.
En Nedgia contamos con ambas opciones pudiendo abordar cualquier tipo de solución, sea individual o central. Si quieres conocer más acerca de nuestra oferta para las salas de calderas comunitarias podrás conocerlo en nuestra página de calderas centralizadas. Y si lo que prefieres es contar con calefacción individual te recomendamos que consultes nuestras ofertas para calefacción individual.