Conoce las Passive Houses, un concepto innovador en eficiencia. Descubre qué las hace únicas y cómo contribuyen al ahorro y al medio ambiente.
Las Passive Houses son aquellas viviendas en las cuales su construcción y planificación está completamente ligada a la localización, elementos constructivos de primera calidad y usos arquitectónicos innovadores, sirviéndose de técnicas y energías renovables con el objetivo de obtener un ahorro energético de entre el 70% y el 90% en comparación con una casa convencional.
Qué es una Passive House (o casa pasiva)
Las Passive Houses son aquellas casas que contemplan desde su diseño arquitectónico inicial, la orientación o localización, el diseño de los espacios, la circulación del aire, las superficies acristaladas y primeras calidades en los materiales de construcción para generar un adecuado aislamiento y de esta forma obtener importantes ahorros energéticos.
La Passivhaus Institut es la institución alemana que ha sentado el estándar de construcción que hoy conocemos como certificación Passivhaus y que se ha extendido por todo el mundo. Berthold Kaufmann, científico senior de dicha Institución afirma: “La idea es que el ahorro de energía no debe ser solo cosa del usuario, sino que es algo técnico que puede y debe resolverse con los componentes de la arquitectura y a través de conocimiento técnico”.
Reducir el consumo de energía no debe depender únicamente de que nos abriguemos más en invierno, bajemos el termostato o pasemos calor en verano: la arquitectura puede y debe ayudar.
Siguiendo los principios básicos del estándar Passivhaus, como el estudio de la orientación solar y las condiciones climáticas del entorno y con un buen aislamiento térmico conseguiremos reducir la huella de CO2 de la edificación al mínimo.
Qué características tienen las Passive Houses
Existen unos PRINCIPIOS fundamentales para definir y considerar una casa como Passive Houses. Dentro de ellos podemos detallar:
- Diseño bioclimático: Un correcto diseño de partida antes de realizar una obra nueva, o un estudio detallado de las opciones disponibles (en una rehabilitación) teniendo en cuenta factores como orientación, protección solar, compacidad, etc.
- Aislamiento térmico: Utilización de espesores con mayor aislamiento térmico que los indicados por la normativa, dado que protegen mejor del calor y del frío. Así conseguimos reducir al mínimo la necesidad de energía en invierno y protegemos del calor y de la humedad en invierno.
- Ausencia de puentes térmicos: Un diseño pensado y bien aplicado que garantice la continuidad del aislamiento en todos los puntos de la envolvente del edificio. Evitando así los puentes térmicos o puntos débiles por donde se pudiera fugar la energía. Además, también es fundamental tener en cuenta aquellos puntos en los que se rompe la superficie aislante, por ejemplo, por un clavo de mala calidad o el marco de una ventana de aluminio. La mala calidad de los herrajes o ventanas favorecen los puentes térmicos y por consiguiente el escape de calor en un edificio o casa.
- Hermeticidad: Es fundamental que la envolvente térmica esté limitada y controlada. Los ensayos de climatización se realizan para garantizar que no haya filtraciones de aire no deseadas entre el interior y el exterior. De esta forma se evita la fuga de gran cantidad de energía de la climatización. Además, se eliminan las corrientes interiores de aire y la propagación de ruido en el habitáculo desde el exterior al interior.
- Ventanas de altas prestaciones: Una parte importantísima de la energía que usamos para calentar una vivienda se fuga por las ventanas. Las puertas y ventanas deben ser de altas prestaciones, empleando habitualmente vidrios de triple densidad, con gases bajo-emisivos en sus cámaras, así como marcos y perfiles aislantes. Las casas pasivas estudian al máximo como están orientados los vanos de la casa para poder aprovechar al máximo la posición del sol en cada momento.. Es importante colocarlas adecuadamente para que el sol pueda calentarlas en invierno y garanticen un adecuado control del calor en verano.
- Ventilación mecánica con recuperación del calor: La ventilación mecánica es el pulmón de los edificios pasivos. Es la responsable de ventilar de manera continua y equilibrada el interior de los edificios sin perder la energía (temperatura) de estos. En el intercambio de aire que se produce con el exterior, además de recuperar la energía del interior, se produce el filtrado de las impurezas y bacterias presentes en el aire interior y en el exterior. De esta forma la calidad del aire que se respira es altamente superior a la de una casa tradicional.
Se ahorra tanto gas natural y electricidad como dicen
Lo más destacado de las Casas Pasivas es que el autoconsumo de energía es una de sus características más importantes. Dado que estamos hablando de una vivienda con diseño bioclimático, es importante saber que se alimentan de fuentes de energía renovables.
De esta forma contribuyen a la eficiencia energética y a la eliminación de la huella ecológica. A su vez existen diferentes Certificaciones PASSIVHAUS que avalan el estándar de calidad y el compromiso con el medio ambiente.
Efectivamente, se ahorra muchísimo en electricidad. Uno de los grandes recursos es la instalación de paneles solares. No obstante, hay que tener un control sobre el uso excesivo de electrodomésticos, ya que si se dispara su uso eso incurriría en un mal uso de la eficiencia energética.
En cuanto al gas natural, siempre que proceda de energías renovables como la biomasa, se contempla como opción energética. Las energías que incluyen las Passive Houses son:
- Energía solar fotovoltaica.
- Energía solar térmica.
- Mini-eólica.
- Biomasa.
- Aerotermia.
Conclusión
Las Passive Houses representan una verdadera opción para el ahorro de energía y el respeto por el medio ambiente.
Este tipo de construcciones se están imponiendo con fuerza en España y existen numerosas subvenciones en las diferentes comunidades autónomas para la realización de este tipo de proyectos a nivel empresarial y particular. Muchas personas se podrán beneficiar de un piso Passivhaus en breve con un consumo mínimo.
No obstante, lo que no se cuenta de las Casas Pasivas es que son completamente privativas y que no están al alcance de todos debido a su alto coste. Solo algunas personas pueden permitirse pagar una en este momento y otras podrán permitirse costearse una en un futuro no muy lejano gracias a que ya hay bancos que abaratan sus hipotecas cuando son contratadas con la etiqueta A de eficiencia energética.
Hemos mencionado los muchos beneficios que estas construcciones aportan, sin embargo, hay ciertos puntos como la hermeticidad, (el hecho de no poder abrir ventanas o puertas salvo al entrar o salir) que no son para todo tipo de personas. No poder disfrutar del olor de la naturaleza o de una tarde de lluvia desde tu habitación es algo a lo que renuncias cuando construyes una casa de estas características.
Hay que tener en cuenta que con solo abrir una ventana o una puerta se produce una entrada de aire no deseado generando así una corriente mínima que altera todo el sistema de climatización establecido.
Por otro lado, en las Passive Houses debes mantener una temperatura de 21º – 22º. Si tienes frío te abrigas más y si tienes calor, no podrás evitarlo, estarás sometido a este condicionante permanentemente al ser la temperatura adecuada para la casa.
Por otro lado, la libertad, el confort y la versatilidad que experimentas al usar gas natural tampoco tiene precio. Ahora mediante las opciones existentes en el mercado ya está disponible a través de opciones renovables como el biogás. De hecho, ya contamos con colaboraciones con empresas constructoras para que lo integren desde un inicio. Si quieres conocer más acerca del biogás y como es producido te invitamos a que lo consultes en este mismo blog.