Gas renovable y economía circular

No es compatible directamente, pero existe la posibilidad de combinarlo con otras moléculas portadoras que sí lo harían compatible mediante un proceso de metanación.
A modo de ejemplo, se está planteando el aprovechamiento del CO₂ biogénico procedente del proceso de upgrading del biometano ya que, utilizado como elemento de transporte del hidrógeno verde, permite aprovechar toda la cadena logística actual de la red de gas natural, ser transportado y distribuido por la red, almacenado en almacenamientos subterráneos y consumido por los equipos existentes sin tener que hacer inversiones adicionales. En este caso, se convierte en 100% compatible con el gas natural.

El hidrógeno ya se utiliza hoy en día en la industria del refino y de los fertilizantes. Se produce mediante procesos de reformado de combustibles fósiles, en lo que se denomina hidrógeno gris. Este hidrógeno gris puede ser remplazado por hidrógeno verde.
Adicionalmente va a ser importante su uso para la flexibilización de la demanda eléctrica, como medio para aprovechar la electricidad generada en los momentos en que se producen os vertidos por exceso de generación renovable no gestionable en el sistema.

Todo apunta a que sí, en tanto se trata del elemento más abundante del universo y, tras el oxígeno, el más presente en la tierra. Además, en su combustión produce vapor de agua.
No se considera una fuente de energía primaria, como los combustibles fósiles, la solar y la eólica, ya que se encuentra fundamentalmente en forma de agua.
El hidrógeno se considera un medio para almacenar, transportar y consumir energía, es decir, un vector energético, como puede ser la electricidad.

España cuenta con el tercer mayor potencial de producción de gas renovable de Europa. Si se aprovecharan todos los residuos disponibles, se podría generar el biometano suficiente para el 45% de la demanda nacional de gas.
Por Comunidades Autónomas, Castilla y León, Andalucía y Castilla-La Mancha son las que tienen un mayor potencial. Estas tres comunidades juntas acaparan el 50% del potencial nacional.

El biometano se genera a partir de residuos orgánicos de procedencia urbana (vertederos de residuos sólidos urbanos, depuradoras de agua) o bien de residuos agrícolas y ganaderos. Por ello, la producción del biometano:

• Fomenta la economía circular, dando solución a la problemática de la gestión de los residuos y a las emisiones de CO₂ que generan;
• Promueve la independencia energética, porque la materia prima es autóctona, y no hay que importarla de fuera del país;
• Contribuye a la creación de empleo y fijación de población en el ámbito rural;
• Es la única energía renovable que es posible almacenar de forma estacional.

Además, otra ventaja importante es que es una de las pocas fuentes renovables actuales de producción continua (24/7). Si alimentamos las plantas de producción con residuos producirán biometano, se podrá almacenar de forma subterránea y se podrá utilizar, por ejemplo, en inverno.

No, los aparatos de gas funcionan de igual forma que con el gas natural, sin necesidad de hacer ninguna adaptación.
Esto nos permite que, en cualquier sitio donde el gas natural esté presente, sea posible el uso del biometano. Y esto es beneficioso para todos porque podemos aprovechar las infraestructuras ya creadas, tanto la red de gas ya existente, como los equipos de los consumidores finales.
Los clientes no tendrán que hacer desembolsos adicionales y podrán seguir utilizando las mismas calderas que hasta ahora.
En definitiva, tanto los hogares como las industrias calor-intensivas podrán descarbonizarse sin hacer ningún tipo de inversión y la transición de gas natural a gas renovable/biometano será transparente para el consumidor final.

Sí, se puede utilizar en las mismas aplicaciones energéticas a nivel doméstico, industrial y comercial, y también para usos de movilidad.

Sí, tiene las mismas características que el gas natural y es totalmente intercambiable, porque de hecho son la misma molécula (CH₄).

En línea con la “Hoja de ruta para el biogás” marcada por el IDAE para el 2030, que pretende multiplicar casi por 4 la producción de biogás, en Nedgia contamos con 7 plantas que ya están inyectando biogás a la red gasista. La planta Elena, en Cerdanyola del Vallès (Barcelona), fue la primera que inyectó gas renovable procedente de un vertedero. A esta iniciativa le siguió Biogasnalia, en Burgos, cuyos residuos son de origen agroindustrial. Lleida mantiene conectadas la granja Torre Santamaría y la planta de Vila-sana, que están inyectando biometano con origen en el residuo ganadero. En A Coruña, Edar de Bens, inyecta biometano procedente de aguas residuales. A éstas se le suman las dos últimas plantas en las que la compañía ha empezado a inyectar biometano a la red en Els Hostalets de Pierola, procedente de los residuos urbanos de Barcelona y Edar Granollers, en Granollers que utiliza aguas residuales y residuos orgánicos.

España cuenta con un potencial muy alto de producción de biogás y por tanto de distribución de biometano. Según SEDIGAS, Asociación Española del Gas, España cuenta con un potencial total accesible de 163 TWh/año de biometano, lo que implica la construcción de unas 2.300 plantas distribuidas por todo el territorio nacional. En términos económicos, se estima una inversión total de 40.495 millones de euros, que representa un 3,61% del PIB nacional, y generarían unos 62.000 empleos directos e indirectos asociados a su operación y mantenimiento.

Nedgia quiere ser la empresa líder en el impulso de los gases renovables en España tanto en producción y distribución de biometano en España en el corto plazo, como en el desarrollo del hidrógeno como vector energético, que tendrá un impacto significativo en el mix energético a medio plazo.

Los gases renovables se pueden distribuir a través de las mismas infraestructuras de gas que existen en la actualidad. Por ello, este tipo de gases son una energía clave para descarbonizar las redes de gas.