En un mundo en el que cada vez debemos estar más concienciados con el medio ambiente, es de vital importancia aprender como adecuar nuestra casa para que sea más sostenible en términos de consumo energético, lo cual abaratará las facturas mensuales y repercutirá favorablemente en nuestra economía. Ahora, con la llegada del frío, uno de los pilares más importantes para mantener la temperatura de nuestro hogar, es el sistema de calefacción.
¿Qué es un sistema de calefacción eficiente?
Un sistema de calefacción eficiente es aquel que se centra en optimizar la eficiencia de nuestra calefacción y nos permite ahorrar en nuestro consumo energético sin tener que renunciar al confort que nos brinda este sistema.
Para lograr la máxima eficiencia de un sistema de calefacción, dependemos de varios factores como, por ejemplo: el combustible que se utiliza, el tipo de instalación de la vivienda o la climatología del lugar de residencia. Y en este sentido, existen muchos tipos de calefacción para dar respuesta a la demanda. Uno de los más utilizados es el sistema de gas natural, ya que entre las ventajas de la calefacción de gas natural se encuentra el alto grado de eficiencia energética que aporta.
Ventajas de la calefacción de gas natural
La calefacción de gas natural es el sistema más demandado en los hogares españoles en un 36,8% de los casos. Este sistema se caracteriza por tener una alta eficiencia respeto a los otros sistemas de calefacción, ya que su precio es muy económico y ayuda al ahorro en tu factura. Además, presenta otras ventajas, como un sistema seguro gracias a las revisiones periódicas o un uso instantáneo y sin interrupciones de gas.
¿Cómo puedo conseguir un uso más eficiente de la calefacción de gas natural?
A continuación, proponemos algunos de consejos que te pueden ayudar a tener un uso más eficiente de tu calefacción de gas natural.
- Para tener un sistema de calefacción eficiente es preferible mantener una temperatura constante en todo momento, evitando los picos de calor que llevan a un mayor gasto energético. En general, la temperatura perfecta para calentar tu casa debe oscilar entre los 19º y 21ºC. Aumentar un solo grado esta temperatura, puede generar un incremento del 7% en el importe de tu factura. A la hora de irse a dormir basta con bajarla a 15º o 17ºC.
- Adapta la calefacción de gas natural a tu estilo de vida y horarios. Si trabajas todo el día fuera de casa, no dejes encendida la calefacción. Los termostatos programables son perfectos para controlar el consumo energético. Puedes programar la hora para que se encienda tu calefacción y así ahorrar en tu factura entre el 8% y el 13%.
- Un punto fundamental para mejorar tu consumo energético es disponer de un aislamiento correcto para puertas y ventanas, ya que podemos tener importantes pérdidas de calor sin saberlo. Si apostamos por un doble acristalamiento podríamos reducir hasta un 50% estas temidas pérdidas. Además, resulta conveniente revisar las rendijas, persianas y todos aquellos elementos que puedan ser reforzados con silicona y otros componentes.
- Apostar por electrodomésticos de bajo consumo. Las calderas de gas natural de baja temperatura y condensación son las opciones adecuadas, logran un porcentaje de ahorro energético cercano al 25%, lo que hace que se recupere la inversión a corto plazo.
- Aprovechar la luz natural es un hábito básico, especialmente durante los días de verano. Y si quieres preservar el calor acumulado a lo largo de toda la jornada, es mejor que bajes las persianas y corras las cortinas por la noche.
- Por último, no olvides limpiar a fondo y con regularidad todo tu sistema de calefacción de gas natural y purgar los radiadores. Esto es indispensable para aprovechar al máximo su rendimiento y no desperdiciar energía innecesariamente.
Todas estas medidas aparentemente tan simples pueden ayudar mucho en el ahorro de tus facturas.