En muchas ocasiones hemos escuchado que el suelo radiante es la mejor opción para disponer de una calefacción en el hogar eficiente y económica. Pero su instalación despierta muchas dudas… ¡Vamos a resolverlas!
Muchas veces te has preguntado cómo instalar suelo radiante en tu hogar para mejorar en eficiencia, ahorro y confort. Pero te asaltan muchas dudas en lo que respecta a su instalación, ¿verdad?
Pues bien, en este nuevo post vamos a explicar algunas indicaciones básicas, para saber cuál es el proceso por el que podemos disponer de un suelo radiante en nuestro hogar.
Material necesario para instalar suelo radiante
En primer lugar, veamos los elementos necesarios para la instalación de suelo radiante:
- Placas de aislamiento: evita que el calor se disipe hacia la estancia inferior y a los tabiques. Estas placas llevan unos enganches para fijar los tubos.
- Tubos: son los encargados de transportar el agua caliente. Pueden ser de poliestireno de alta resistencia o multicapa. Aunque por resistencia mecánica y térmica los mejores son los de multicapa.
- Colector: donde se encuentran las llaves de regulación del circuito y el purgador. Aquí es donde se conecta el circuito con la caldera por medio de tuberías de entrada y salida, parecidas al sistema de calefacción por radiadores.
- Mortero: para nivel el solar. Deben ser fluidos para evitar que se generen burbujas, ya que son aislantes.
- Solado: no puede ser aislante, por eso se recomienda la baldosa cerámica o piedras como mármol, granito, pizarra…
Cómo instalar suelo radiante: el proceso
En primer lugar, será necesario colocar las placas de aislamiento térmico para evitar que se emita calor hacia la planta inferior y los tabiques. Sobre este aislante se enganchan las tuberías de agua distribuyéndolas por toda la estancia y finalmente enganchando el circuito al colector.
A veces, si la vivienda tiene un buen aislamiento exterior, se deja un pequeño espacio sin circuito de tubos junto a las paredes, ya que se presupone la colocación de muebles y la irradiación de calor continuo podría dañarlos.
Una vez colocada toda la red de tubos se procede al vertido de una capa de mortero que no exceda los 6 cm de espesor sobre el solar. Sobre éste se coloca el suelo de la estancia, teniendo en cuenta que no podemos usar materiales que sean bueno aislantes térmicos como por ejemplo madera o moqueta, son preferibles los suelos cerámicos o de piedra.
Es importante tener en cuenta que esta pequeña guía sobre cómo instalar suelo radiante es meramente informativa. Una reforma de esta envergadura precisa de profesionales cualificados del sector de la energía y la calefacción.
Suelo refrescante
Se estudió el uso del suelo radiante para refrigerar las estancias introduciendo agua fría en las tuberías. El principal problema es que se genera un punto de rocío que hace que se produzcan charcos y por ello se ha paralizado su estudio. Del mismo modo que ocurre en los aires acondicionados, generar frío es mucho mas costoso que calor y este tipo de investigaciones tienen una alta dificultad a la hora de ser económicamente sostenibles para el usuario medio.
Ahorro energético
Una instalación de suelo radiante utiliza agua a baja temperatura, por eso es un sistema muy eficiente. Durante la temporada fría puede generar un ahorro energético de entre el 15 – 20 %. En conclusión, en nueva construcción este sistema de calefacción es la mejor opción.
Pero tras preguntarnos cómo instalar suelo radiante, es necesario tener en cuenta algunos factores para evitar posibles imprevistos y cuestionarnos cuándo. A la hora de abordar una rehabilitación hay que tener en cuenta que será necesario levantar el suelo de la casa y eso sube el precio de la obra, pero a la larga, esta inversión se verá compensada con el ahorro que conseguimos con el suelo radiante. Aprovechar los meses más cálidos o las ausencias vacacionales para hacer este tipo de reformas, pueden ser los momentos idóneos para no alterar el confort de la unidad familiar. En función de nuestro tipo de vivienda, la instalación de un suelo radiante puede demorarse semanas, de modo que una planificación es clave en estos casos.