Cuando vamos a pintar una habitación en la que hay radiadores de gas natural, nos encontramos con la dificultad de pintar la pared de detrás de los radiadores, ya que la mayoría de ellos están muy pegados a la pared.
La solución pasa por desmontar los radiadores. Además podemos aprovechar para pintar el radiador en caso de que su pintura original haya saltado por algún golpe.
Pasos para desmontar un radiador de gas natural
1. Cierra el paso de agua
El primer paso consiste en cerrar la llave de paso de cada radiador que queramos desmontar. Es importante aclarar que nos referimos a la pequeña llave que se utiliza para purgar los radiadores, sino a la llave que conecta el radiador con el circuito de calefacción.
Esta llave puede ser más o menos visible, aunque siempre está situada en la parte baja del radiador.
2. Vacía el radiador
Para vaciar el agua que contiene el radiador de gas natural tenemos que aflojar la tuerca grande que está situada junto a la llave de paso que acabamos de manipular. Conviene tener a mano un cubo y una fregona para recoger el agua que va a salir del radiador, que puede contener unos 5 litros, en el caso de los más pequeños, entre 8 y 10 si es mediano y hasta 15 litros en los modelos más grandes.
3. Descuelga el radiador de gas natural
Una vez que el radiador está prácticamente vacío, ya podemos retirarlo de la pared. Los radiadores de gas natural pueden estar sujetos por escuadras o soportes similares atornillados a la pared o solo por ganchos. En el primer caso, bastará con desajustar y retirar esos tornillos para quitar el aparato, y en el segundo, habría que levantarlo y retirarlo.
Al levantar el radiador e inclinarlo, es probable que se libere más agua. Este líquido que sale al final estará sucio, ya que arrastra restos de óxido y otra suciedad que se ha acumulado dentro.
4. Ya puedes pintar la pared
Una vez desmontado el radiador de gas natural, podemos pintar la pared sin obstáculos y aprovechar para pintar el propio radiador.
5. Vuelve a montar el radiador
El proceso para volver a colocar el radiador de gas natural en su sitio es muy sencillo, ya que hay que dar los mismos pasos, pero en orden inverso. Y tendremos que asegurarnos de que la calefacción no está encendida cuando volvamos a abrir la llave de paso.
Para terminar, y una vez que la llave esté abierta será necesario meter presión en el circuito, es decir, reintroducir todos esos litros de agua que hemos extraído del radiador previamente. Esto se hace desde la llave de paso que está en la caldera, donde también tenemos que vigilar la presión del agua de la caldera de gas natural que mide el manómetro, que generalmente debe estar entre 1 – 1,5 bares.