Descubre cómo se transporta el gas natural, desde los yacimientos hasta los hogares y las industrias, y cuáles son los principales desafíos.
El gas natural realiza en múltiples ocasiones un largo recorrido hasta llegar a nuestras casas. Aunque en España contamos con la opción de generar gas renovable a partir de desechos orgánicos, la disponibilidad del gas natural en nuestro país es realmente escasa, viéndonos obligados a traerlo de otros países por diferentes medios de transporte o directamente.
La producción de gas natural en España, en su mayoría procedente del yacimiento de Viura en La Rioja, supone solamente un 0,10% del aprovisionamiento total.
Otra importante peculiaridad está en que, a diferencia de muchos de los países de Europa, cuyo gas proviene fundamentalmente de Rusia, nuestro principal país aprovisionador es Argelia. España se beneficia de los amplios yacimientos argelinos y de su cercanía, lo que abarata el transporte a la vez que garantiza un suministro importante y continuado con dos interconexiones directas con el Norte de África, por Tarifa y Almería. Por todo ello, aunque se ha reducido ligeramente su importancia en los últimos años, el gas argelino ronda el 50% del total que importa España.
Nedgia es la compañía líder en la actividad de distribución de gas natural en España, donde opera a través de sus diferentes compañías en once comunidades autónomas. La empresa suministra gas natural al 70% de los consumidores en España: supera los 5,4 millones de puntos de suministro y cuenta con más de 57.000 kilómetros de redes en cerca de 1.150 municipios españoles.
Para conseguirlo realizamos un gran esfuerzo desde el origen hasta la entrega en los hogares de nuestros clientes que involucran a multitud de actores clave en el sector gasista ya que el gas natural no pasa por ningún proceso de transformación. Esto nos obliga a ser muy rigurosos en las diferentes fases de este proceso, que te comentamos a continuación.
Fases previas a la distribución:
Extracción
El origen de las bolsas de gas proviene de hace millones de años, de la descomposición de diferentes componentes, fundamentalmente de lodo y otra materia orgánica. Este hecho unido al calor de la corteza terrestre y las fuerzas de presión de la tierra formaron bolsas de gas. Por ello, el primer paso está en explorar estos yacimientos de gas, para identificarlos, cuantificar el volumen del yacimiento y hacer una valoración de la rentabilidad y el esfuerzo necesarios para su extracción antes de comenzar su explotación.
Debemos tener en cuenta que existen yacimientos tanto en tierra firme (onshore) como también bajo el mar (offshore), que se explotan como en el caso del petróleo por medio de plataformas. En ambos casos se suele encontrar en profundidades de entre 1,5 y 4 km.
Otra gran diferencia está en cómo se encuentre el gas: libre, cuando se extrae independientemente y la compuesta, cuando se realiza mezclada con otros hidrocarburos (como el petróleo) u otros gases. En este caso, se extraen todos los combustibles y componentes que sean de utilidad, ya sea como fuente de energía o como materia prima.
Producción
Una vez se extrae el gas natural del yacimiento hay que tratarlo y procesarlo para que pueda ser transportado y comercializado.
El gas natural que llega por mar en estado líquido necesita volver a estado gaseoso para ser introducido en la red de distribución. Una vez llegan a puerto los buques metaneros descargan el gas natural licuado en plantas de regasificación que, a través de un proceso exclusivamente físico, lo devuelven a su estado natural.
Se le añade metil-mercaptano para la detección de fugas y para impedir la combustión espontánea, se filtran las impurezas y se eliminan los gases que dificulten el enfriamiento del gas. También se reduce el contenido en agua y se eliminan gases como nitrógeno, mercurio o CO₂.
El gas que se transporta a través de los gasoductos lo hace a altas presiones, pero siempre en estado gaseoso. El proceso de transformación para transportarlo en esferas o cisternas lo convertirá en el gas natural licuado (GNL), es decir, en estado líquido.
Almacenaje
Para asegurar la disponibilidad de gas natural en momentos punta de consumo y ajustar la oferta a la demanda, es necesario disponer de gas natural almacenado a poder ser de forma cercana al país de consumo. El sistema gasista español cuenta con tres instalaciones de almacenamiento subterráneo: los antiguos yacimientos de gas natural de Serrablo y Gaviota, y el almacenamiento de Yela.
Pero, por supuesto, también tenemos que contar con almacenes en origen.
Distribución: ¿Qué medios de transporte se usan?
Los dos medios de transporte utilizados son los gasoductos y los barcos metaneros.
Como decíamos, Argelia es uno de los países que más gas aportaba a España, pero Argelia cerró, al terminar el mes de octubre de 2021, una de las dos tuberías por las que el gas natural que se extrae en el país era conducido a España. Las miradas en el sector se volvieron entonces hacia el transporte marítimo. Acababa de cerrar un gasoducto que suministraba más del 20% del consumo anual español de esta materia prima y las descargas previstas por barco en el sistema español se incrementaron. Esta vía no es la única solución para compensar las importaciones y está en marcha una ampliación del otro gasoducto que une ambos países a través del Mediterráneo, el de Medgaz. Consulta de qué países viene el gas natural a España.
Gasoductos
El transporte a través de gasoductos es el sistema clásico de transporte mediante tuberías de acero con carbono, de elevada elasticidad, bien enterrado en la superficie terrestre o bien en el fondo de los océanos. La capacidad de transporte de los gasoductos depende de la diferencia de presión entre sus extremos y de su diámetro (a medida que éste aumenta, lo hace la capacidad de transporte).
La forma de hacer circular el gas a través de los gasoductos no es otra que aumentar en determinados puntos la presión del gas. Esta acción se realiza en las estaciones de compresión, que aseguran la correcta circulación de los caudales de gas, compensando las pérdidas de presión que se producen en el transporte. El control de los flujos de gas se realiza desde instalaciones donde se reciben las medidas de presiones, temperaturas, caudales y poderes caloríficos (centros de control).
Barcos metaneros
Los buques metaneros son barcos construidos expresamente para el transporte de Gas Natural Licuado (GNL) desde los lugares de producción a los lugares de consumo. La construcción de estos barcos supone un reto tecnológico, ya que el gas debe mantenerse refrigerado a una temperatura cercana al cero absoluto a lo largo de grandes distancias.
En su interior cuatro tanques criogénicos transportan gas licuado a una temperatura constante de -163ºC. Los avances tecnológicos permiten construir buques más eficientes que reducen el efecto boil-off, es decir, GNL que se reconvierte a gas. Esas cantidades mínimas de gas se reutilizan como combustible para el buque y el resto es nuevamente convertido a GNL.
Camiones
En este caso, los camiones cisterna lo almacenan, transportan en estado líquido (GNL, Gas Natural Licuado) e introducen en la red de distribución local de gas natural. También se almacena para ser introducido en la red local cuando sea necesario.
¿Cómo llega el gas natural a nuestras casas?
Una vez que el gas ha realizado todo este viaje, es donde entran en valor las distribuidoras de gas como la nuestra: Nedgia y las comercializadoras.
A lo largo de todo este recorrido se ha conseguido que el gas se almacene a una presión de 16 milibares, mediante una red de plantas reductoras de presión que consiguen que llegue a nuestras casas y empresas en un estado óptimo para poder ser canalizado mediante nuestra red de transporte y llevado hasta los dispositivos que lo aprovecharán en forma de energía como las calderas. Posteriormente, y en función de los consumos que se realicen de forma individual y se podrá facturar al cliente por los consumos realizados.