Combustibles fósiles: qué son y cuál es su impacto en el medio ambiente

Los combustibles fósiles son el mayor recurso a nuestra disposición para la generación de energía. Su único problema es que no son renovables y que en muchos casos contaminan el medio ambiente debilitando la capa de ozono.

¿Qué son los combustibles fósiles?

Los combustibles fósiles son fuentes de energía no renovables que proceden de restos fósiles de animales y plantas. Estos combustibles se suelen extraer de los subsuelos, utilizándolos para generar energía por combustión.

¿Cuál es el impacto ambiental de los combustibles fósiles?

Los combustibles tradicionales o denominados como fósiles provienen de la materia orgánica creada hace millones de años, que suele depositarse en sedimentos y que con condiciones de temperatura y presión adecuadas se transforman en materia energética. Las más conocidas son el petróleo, el gas natural y el carbón.

Hasta ahí no hay nada que genere una contaminación “directa”, a no ser que se produzcan accidentes, por ejemplo, en su transporte o almacenamiento.

Es cuando se realiza su combustión cuando pueden transformarse en un aliado de la contaminación.

Emisiones de CO2 y el efecto invernadero: la conexión directa

El efecto invernadero es un fenómeno de carácter natural por el cual determinados gases que están en la atmósfera absorben la energía solar que es reflejada por el suelo y la transforman en un movimiento molecular interno que deriva en un aumento de la temperatura. Los gases que están implicados son muchos, pero los más conocidos serían el vapor de agua (H2O), el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O) y el ozono (O3). De todas formas, es importante saber que si no tuviéramos a los gases de efecto invernadero, la tierra sólo estaría compuesta por hielo. Como sucede con los invernaderos, que disponen de un techo de plástico que evita la pérdida de calor y mantiene la temperatura estable, en el caso del planeta los gases actúan igual. Su mera existencia contribuye a que el calor que nos llega del sol se pueda aprovechar. Por eso se le llama “invernadero”. También se les puede denominar GEI coloquialmente.

El gas natural es la fuente de energía fósil más limpia, al ser la que emite menos gases contaminantes (SO2, CO2, NOx y CH4) por cada unidad de energía producida.

Alternativas sostenibles: el papel de Nedgia en la transición energética

La comunidad científica internacional, las compañías que hacen uso de los recursos naturales y la sociedad en general están de acuerdo en que hay que unirse para la reducción de la emisión de los gases de efecto invernadero. Las medidas pasan por: sustituir los combustibles fósiles por las energías renovables, aceptar plenamente un mercado de emisiones de gases de efecto invernadero, aplicar medidas enfocadas en la eficiencia energética, contribuir activamente a la reforestación y fomentar la introducción en la sociedad de prácticas de sostenibilidad en todas las actividades.

En Nedgia nuestra aportación a la reducción de los gases de efecto invernadero es firme. Ya tenemos puntos de inyección a la red gasista actual en la cual se inyecta biometano, que es un gas renovable que procede de los deshechos generados en las ganaderías de cerdos o vacas (grandes generadores de metano), de los vertederos o las aguas residuales urbanas. Apostamos, sin ninguna duda, por la transición energética y la innovación y el desarrollo en nuevas formas de energía que contribuyen ya de forma significativa a la descarbonización del sistema energético del país. Hemos hecho de los gases renovables una bandera y estamos dispuestos a llegar hasta el final, ayudando actualmente al desarrollo de más de 200 instalaciones en proyecto que generarán e inyectarán en nuestras redes gas renovable.

Además, formamos parte de “Ready4H2”, en colaboración con más de 70 distribuidoras de 17 países europeos; una iniciativa que facilitará la puesta en marcha de un marco normativo nacional y europeo para el desarrollo del hidrógeno, aprovechándonos del potencial de la infraestructura europea de gas para beneficiar a los ciudadanos y cumplir con los objetivos de neutralidad de carbono fijados por la UE, mediante sistemas innovadores de compartición del conocimiento y la experiencia adquiridos en nuestros proyectos propios o en colaboración con otros agentes locales de la cadena de valor del hidrógeno en cada país.

Tipos de combustibles tradicionales

Los combustibles fósiles son energías no renovables que son aquellas que se engloban en aquellas energías que se agotan con el paso del tiempo.

La clasificación fundamental de estas energías no renovables se divide en dos tipos fundamentalmente:

  • Los combustibles tradicionales o fósiles, que como decíamos provienen de materia orgánica que se creó hace millones de años y que acostumbra a depositarse en sedimentos, y que, con las condiciones de temperatura y presión adecuadas se transforman en materia energética. Las más conocidas serían el petróleo, el gas natural y el carbón. De todas ellas el gas natural es el menos contaminante y además es una energía limpia, la menos contaminante de las energías tradicionales, no provocando el deterioro de la naturaleza y no estropeando los paisajes ni los lugares por los que atraviesan sus conductos, al transportarse por canalizaciones subterráneas.
  • Los combustibles nucleares, que abarcan los elementos químicos que alimentan y operan los reactores nucleares, a través de la conocida como fisión nuclear. Entre los combustibles nucleares más populares podemos encontrar el plutonio y el uranio.

¿Cuál es el futuro de la energía global?

El futuro de la energía global pasa por las energías de transición que engloban a todas aquellas renovables y no renovables, que ayudan a la sostenibilidad de la transformación del sistema energético hacia energías renovables. Hay que tener en cuenta al gas natural, que siendo una energía no renovable, tal y como se la categoriza en la actualidad, se ha convertido en la energía de transición más relevante, como ya comentamos en nuestro post sobre la descarbonización

Las energías de transición, como decíamos, son aquellas que están dando paso a las energías renovables, en nuestro caso desde el gas natural al biometano, que además, está siendo utilizado en la infraestructura existente, aprovechando la red gasística actual que ya llega hasta nuestros hogares y empresas.

¿Cómo contribuir a un futuro sostenible?

Además del uso de energías renovables, también podemos poner en marcha las conocidas como medidas de ahorro energético o MAES, que son las medidas necesarias para que el planeta se conserve más limpio. Son medidas de racionalización y optimización de los recursos energéticos a nuestra disposición para utilizarlos en nuestro favor sin malgastarlos.

Acciones individuales

Como decíamos, las MAES, son acciones individuales que podemos llevar a cabo para racionalizar el consumo energético. Como puedes ver en la entrada de nuestro blog de MAES, son acciones como elegir electrodomésticos con una clase energética de bajo consumo, aprovechar la luz natural al máximo, instalar termostatos autorregulables o aprovechar el calor residual.

Acciones colectivas

Las acciones colectivas son aquellas que van relacionadas básicamente con la economía circular. En ese sentido, el biogás es una de las claves de la economía circular al aprovecharse de múltiples residuos existentes en la economía real para incorporarlos a la economía energética en forma de combustible renovable y volviendo a dar vida a determinados productos y residuos de una forma sostenible, coordinada y colectiva.

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