Disponemos de múltiples opciones para instalar la calefacción en nuestra casa en función de la energía que se utilice y la tecnología que tenga incorporada. Calefacción a gas, solar, con caldera comunitaria o individual, saber escoger es muy importante porque el confort de nuestro hogar y la inversión que realicemos estará marcada por esta decisión.
Principales tipos de calefacción
Desde la calefacción a gas hasta la eléctrica, en el mercado podemos encontrar múltiples opciones. No todas tienen la misma capacidad calorífica y el gasto entre una calefacción a gas, que resulta muy equilibrada en su relación calorífica y de costes, frente a una calefacción eléctrica, en la que se dispara el coste, puede suponer el poder tener a nuestra disposición la calefacción o tener que dejarla apagada. Hacemos un repaso por los diferentes tipos de calefacción para poder aclarar tus dudas.
Calefacción a gas
El gas es el sistema más instalado en las casas para el uso como calefacción. Las ventajas del gas son muy variadas, desde el menor coste hasta su mayor poder calorífico, el gas siempre es la opción preferida a la hora de instalar calefacción. Su funcionamiento, que hemos explicado ya en múltiples ocasiones en este blog, consiste en una caldera individual o comunitaria que permite calentar el agua caliente a su paso mediante el calor que se produce en su interior. Posteriormente, es distribuida mediante una red de radiadores que se encuentran instalados por toda la casa y que permiten que el calor se distribuya de forma uniforme y constante o bien podemos distribuirla a través de un suelo radiante.
Calefacción con bomba de calor
La bomba de calor tiene su base en la termodinámica. La bomba genera calor y lo transporta de un lugar de la casa a otro en forma de energía. La energía que capta la bomba de calor es utilizada para climatizar la vivienda mediante diferentes sistemas entre los que podemos encontrar el aire caliente o el agua.
Las bombas de calor son versátiles, pueden ser utilizadas tanto para sistemas de aire acondicionado como para aparatos de calefacción.
El funcionamiento consiste en aprovechar el aire caliente o frío que se encuentra en el exterior que al entrar en contacto con un líquido refrigerante se convierte en vapor y puede ser transportado a otras zonas de la vivienda para, en contacto con el agua o el aire, ser convertido en calefacción. Como veremos a continuación la bomba de calor es utilizada por diferentes sistemas como la aerotermia o la geotermia.
Calefacción eléctrica
La calefacción eléctrica puede ser de dos tipos, la calefacción que es generada por emisores de calor basados en resistencias, que transmiten el calor generado al exterior en forma de aire y la calefacción conocida como hilo o suelo radiantes que lo que hace es transmitir el calor a través del suelo mediante una especie de hilos de cable que transmiten el calor previamente creado por una resistencia eléctrica. Ambos sistemas contribuyen a aumentar el gasto en electricidad y no son útiles, salvo en estancias pequeñas como baños o habitaciones concretas.
Aerotermia como calefacción
La aerotermia es un sistema de calefacción que usa el aire como fuente de energía. Aprovecha el aire para obtener calefacción. Una bomba de calor absorbe y recupera energía, el calor absorbido entra en el sistema de calefacción de la vivienda y evapora el gas refrigerante que contiene. Su funcionamiento es muy similar al de la bomba de calor y puede ser eléctrica o a gas. Si nos centramos en la aerotermia a gas podemos afirmar que se trata de un sistema más económico que la aerotermia eléctrica.
Caldera de gasoil
La caldera de gasoil es una de las más clásicas en todas las casas, pero una de las peores opciones para instalar un sistema de calefacción en casa. En este caso el combustible con el que se utiliza es el gasoil. Es un sistema que está en claro desuso por ser uno de los menos eficientes y contaminantes. El sistema consiste en una caldera comunitaria que genera calor y es trasladado gracias al agua caliente a través de la red de radiadores presentes en todas las viviendas. El consumo puede ser discriminado y facturado de forma individual a cada vivienda o bien prorrateado entre todos los vecinos. También existen depósitos para casas individuales que es frecuente encontrar en casas unifamiliares o adosadas y en ese caso el consumo y el gasto está individualizado.
Geotermia
La geotermia se aprovecha de los recursos de la tierra para poder generar calor. En el caso de la calefacción, el sistema es similar al que hemos visto con las bombas de calor. Aprovechando el calor presente en el suelo, se traslada a la bomba de calor y ésta entra en funcionamiento transformando el calor gracias al líquido refrigerante que se encuentra en su interior.
Calefacción solar
La calefacción solar tiene su base en la energía solar. La energía solar además de ser una energía renovable es una energía que permite el autoconsumo. La energía solar además suele ser combinada con otras fuentes de energía como el gas para poder ser utilizadas en combinación y abastecer nuestras viviendas cuando la meteorología es adversa o no conseguimos cubrir nuestras necesidades.
La calefacción solar, en concreto, funciona gracias a la energía que obtenemos de las placas solares y que pueden ser utilizadas para generar energía que posteriormente será transmitida a través del agua, mediante acumuladores de energía, como electricidad para ser utilizada a través del hilo radiante de nuestra casa o mediante otros sistemas como la bomba de calor.
¿Qué tipo de calefacción es mejor?
En general, la tendencia es a contar con sistemas híbridos que combinen las fuentes de energía renovables como el sol o la geotermia, con otros sistemas como el gas que nos permitan tener acceso a otras energías en caso de que las primeras no puedan abastecernos de la energía necesaria.
En este sentido, conviene recordar, además, que el gas se está transformando en una energía renovable gracias al biometano, que ya está siendo inyectado a la red gasística española y que nos permite contar con una energía limpia y sostenible.