No, los aparatos de gas funcionan de igual forma que con el gas natural, sin necesidad de hacer ninguna adaptación.
Esto nos permite que, en cualquier sitio donde el gas natural esté presente, sea posible el uso del biometano. Y esto es beneficioso para todos porque podemos aprovechar las infraestructuras ya creadas, tanto la red de gas ya existente, como los equipos de los consumidores finales.
Los clientes no tendrán que hacer desembolsos adicionales y podrán seguir utilizando las mismas calderas que hasta ahora.
En definitiva, tanto los hogares como las industrias calor-intensivas podrán descarbonizarse sin hacer ningún tipo de inversión y la transición de gas natural a gas renovable/biometano será transparente para el consumidor final.
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